Es curioso pensar que de la misma manera en que actuamos y pensamos se ve reflejado en nuestra área de trabajo. No necesariamente tenemos que ser “jefes” para dar a conocer sobre nuestro carácter. Aún en nuestro escritorio podemos ver el orden y que sin duda alguna, se espera que de igual manera sea en la vida personal y en la familiar.
Es increíble como una actitud, una forma de expresarse, una forma de sentarse, de caminar, pueda ser un reflejo de nuestro carácter. Y no significa que necesariamente tenemos que tener un carácter fuerte para ser buenos líderes en nuestro departamento, empresa o simplemente en el lugar de trabajo.
No se tiene la misma impresión de un una empresa, ya sea ésta prestadora de bienes o servicios, pública o privada, donde el orden, disciplina, organización, etc., serán siempre aspectos que cuidar, pues cosas tan normales dentro de las organizaciones, permiten crear o situarse en la mente de las personas que visitan o están de paso, de manera positiva o negativa y es lamentable que esto se deba a sólo “imagen” como resultado de una actitud desaprobada y derivado de esto, se pueda desechar o deshacer algún proyecto que se tenga y que obviamente iría en beneficio o perjuicio de toda la empresa.
En conclusión, debemos mantener una actitud positiva ante la vida sin excusas ni pretextos para tener una vida laboral exitosa y de carrera prolongada. Que seamos un talento humano de calidad insuperable e insustituible apoderándonos de nuestros trabajos y que no necesariamente necesitamos ser “jefes” para tener un trabajo con actitud e imagen. En ningún momento se tendrán beneficios si cultivamos una actitud negativa, no importanto el escenarios que nos toque enfrentar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario